Tito, al igual que Timoteo, es uno de los delegados de Pablo, consagrados oficialmente para el servicio del Evangelio, que visitaban las Iglesias con la misma autoridad del apóstol.
Esta Carta se comentará poco, ya que es semejante a las dos cartas a Timoteo.
1 1 Pablo, servidor de Dios, apóstol de Cristo Jesús, puesto al servicio de los elegidos de Dios para que crean y lleguen alconocimiento de la verdad, que va a la par con una conducta religiosa… 2 Pues esperamos la vida eterna que, desde siempre, nos tenía prometida el Dios que jamás miente, 3 hasta que, en el tiempo fijado, la dio a conocer mediante el mensaje que me encargó y que he proclamado conforme lo había dispuesto nuestro Dios y Salvador.
4 Te saludo, Tito, mi querido hijo en la fe que compartimos; la gracia y la paz vengan a ti de Dios Padre y de Cristo Jesús nuestro Salvador.
Los obispos presbíteros
6 Han de ser hombres intachables, casados una sola vez, cuyos hijos también sean creyentes y que no puedan ser acusados de mala conducta o de ser rebeldes. 7 Pues el obispo, siendo el encargado de la Casa de Dios, debe ser irreprensible; ni orgulloso, ni de mal genio, ni bebedor, ni peleador, o que busque dinero mal ganado. 8 Por el contrario, que fácilmente reciba en su casa, amigo del bien, hombre de buen juicio, justo, piadoso, dueño de sí mismo. 9 Debe ser un hombre que interprete el mensaje con los mismos criterios de la doctrina, para que pueda, a la vez, predicar la sana doctrina y rebatir a los que la atacan.
10 Sabes que son muchos los rebeldes de espíritu, los charlatanes, los engañadores, sobre todo entre los de origen judío. 11 Hay que taparles la boca cuando vienen a perturbar familias enteras, enseñando lo que no deben, movidos sólo por el dinero.
12 Fue precisamente un cretense, a quien ellos tienen por profeta, quien dijo: “Cretenses, siempre mentirosos, malas bestias, vientres perezosos.” 13 Es la pura verdad. Por eso tú, hazles notar todos sus errores para que tengan una fe sana, 14 que no hagan caso de las leyendas judías ni de sus prácticas, siendo que esa gente da la espalda a la verdad. 15 Todo es limpio para los limpios, mientras que, para los manchados hasta la mente y la conciencia la tienen corrompida. 16 Pretenden conocer a Dios, pero lo niegan con su manera de actuar; realmente son seres despreciables, rebeldes e incapaces de hacer el menor bien.
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