Juan, en un éxtasis, contempló la gloria de Cristo resucitado y en ella entendió el destino de la Iglesia ya amenazada por las primeras persecuciones. De ahi salió su libro: Apocalipsis de Jesucristo.
¿Por qué ahora el Apocalipsis tiene reputación de ser un libro misterioso y difícil de entender, y para muchos Apocalipsis tiene sentido de terrorífico? ¿Por qué algunos buscan ahí cifras y mensajes secretos que podrían adaptarse a acontecimientos de nuestro tiempo, como si Juan lo hubiera anunciado detalladamente?
Esto se debe en gran parte a que, en el tiempo de Jesús, los Apocalipsis eran una forma de literatura muy de moda. Así se conocen un Apocalipsis llamado de Isaías, un Apocalipsis de Moisés, uno de Henoc... Estos libros pretendían aclarar los acontecimientos de entonces, pero todo lo espresaban con visiones ficticias, con imágenes fantásticas, y era un juego para los lectores reonocer su propia realidad contada en forma sofisticada.
Ahora bien, si Juan quiso exponer su comprensión profética de la historia en forma de Apocalipsis, entenderemos su mensaje con tal de no tomar todo al pie de la letra; mas bien debemos interpretar estas visiones, cifras y símbolos según las reglas propias de la literatura apocalíptica. Entonces veremos que el Apocalipsis de Jesucristo no es ni difícil ni terrorífico, sino lleno de esperanza.
Cristo resucitado es el centro de la historia, el mundo es el escenario de la lucha entre la Iglesia, encabezada por Cristo, y las fuerzas del demonio; los cristianos son llamados a dar valientemente su testimonio.
Se pueden reconocer en el Apocalipsis siete series de siete elementos cada una, distribuidas en cuatro grandes partes:
- Los siete mensajes a las Iglesias, cap. 1-3
- Balance del Antiguo Testamento, cap.4-9
- La Iglesia se enfrenta con el Imperio Romano, cap. 11,19-19,6
- Los últimos tiempos y la Jerusalén celestial, cap. 20-22
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