(Mc 10,2 Mt 5,31 Lc 16,18)
19 1 Después de dar estas enseñanzas, Jesús partió de Galilea y fue a los territorios de Judea que quedan al otro lado del Jordán. 2 Una gran multitud lo siguió y allí sanó a los enfermos. 3 Se le acercaron unos fariseos, con ánimo de probarlo, y le preguntaron: “¿Está permitido al hombre despedir a su esposa por cualquier motivo?”
4 Jesús respondió: “¿No han leído que el Creador en el principio, los hizo hombre y mujer 5 y dijo: El hombre dejará a su padre y a su madre, y se unirá con su mujer, y serán los dos uno solo? 6 De manera que ya no son dos, sino uno solo. Pues bien, lo que Dios ha unido, no lo separe el hombre.”
7 Pero ellos preguntaron: “Entonces, ¿por qué Moisés ordeno que se firme un certificado cuando haya divorcio?” 8 Jesús contestó: “Porque ustedes son duros de corazón, Moisés les permitió despedir a sus esposas, pero no es esa la ley del comienzo.
9 Por tanto, yo les digo que el que despide a su mujer, fuera del caso de infidelidad, y se casa con otra comete el adulterio.”
10 Los discípulos dijeron: “Si ésa es la condición del hombre con la mujer, más vale no casarse.” 11 El les contestó: “No todos comprenden lo que acaban de decir, sino solamente los que reciben este don. 12 Hay hombres que nacen incapacitados para casarse. Hay otros que fueron mutilados por los hombres. Hay otros que por amor al reino de los Cielos han descartado la posibilidad de casarse. ¡Entienda el que pueda!”
(Mc 10,13 Lc 18,15)
13 Entonces trajeron a Jesús algunos niños para que les impusiera las manos y rezara por ellos. Pero los discípulos reprendieron a esa gente, 14 Jesús dijo: “Dejen a esos niños y no les impidan que vengan a mí, porque el Reino de los Cielos es de los que se asemejan a los niños.” 15 En seguida, les impuso las manos y siguió su camino.
El joven rico
(Mc 10,17 Lc 18,18; 12,33; 22,29)
16 En ese momento se le acercó uno y le dijo: “Maestro, ¿qué obras buenas debo hacer para conseguir la vida eterna? 17 Jesús contestó: “¿Por qué me preguntas sobre lo que es bueno? Uno solo es el Bueno. Si quieres entrar en la vida eterna, cumple los mandamientos.” 18 El joven dijo: “¿Cuáles?” Jesús respondió: “No matar, no cometer adulterio, no hurtar, no levantar testimonio falso, 19 honrar padre y madre y amar al prójimo como a ti mismo.”
20 El joven le dijo: He guardado todos esos mandamientos, ¿qué más me falta?” 21 Jesús le dijo: “Si quieres llegar a la perfección, anda a vender todo lo que posees y dáselo a los pobre. Así tendrás un tesoro en el Cielo y luego vuelves y me sigues.”
22 Cuando el joven oyó esta respuesta, se fue triste, porque era muy rico. 23 Entonces Jesús dijo a sus discípulos: “Créanme que a un rico se le hace muy difícil entrar al Reino de los Cielos. 24 Se lo repito, es más fácil para un camello pasar por el ojo de una aguja, que para un rico entrar al Reino de los Cielos.
25 Al oír esto, los discípulos se quedaron asombrados y decían: “Entonces, ¿quién puede salvarse?” 26 Fijando en ellos su mirada, Jesús les dijo: “Para los hombres es imposible, pero para Dios todo es posible.”
27 Entonces Pedro tomó la palabra y dijo: “Sabes que nosotros lo dejamos todo para seguirte: ¿qué habrá para nosotros?”
28 Jesús contestó: “A ustedes, que me siguieron, les digo esto: En el día de la Renovación, cuando el Hijo del Hombre se siente en su trono de gloria, ustedes también se sentarán en doce tronos, para juzgar a las doce tribus de Israel. 29 Y todo el que deja casas, hermanos, hermanas, padre, madre, hijos o propiedades, por amor a mi Nombre, recibirá cien veces lo que dejó y tendrá por herencia la vida eterna. 30 Muchos que ahora son los primeros serán los últimos, y muchos que ahora son los últimos, serán los primeros.”
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