2 Por la palabra de Moisés multiplicó los prodigios y lo glorificó en presencia de los prodigios y lo glorificó en presencia de los reyes, 3 le dio los mandamientos para su pueblo y le dejó ver algo de su Gloria.
4 Lo eligió y lo consagró por su fe y su mansedumbre, lo escogió entre todos los vivientes, 5 le hizo oír su voz y lo introdujo en la nube. Le puso en las manos sus mandamientos, una Ley de vida e inteligencia, para enseñar a Jacob su alianza, y sus decretos a Israel.
Aarón
6 Elevó a Aarón, un santo semejante a Moisés, su hermano, de la tribu de Leví.
7 Firmó con él un pacto perpetuo y le concedió el sacerdocio del pueblo. Lo hizo feliz con su espléndido ornamento, lo cubrió con una vestidura gloriosa.
8 Lo revistió de un adorno espléndido y le puso los insignios de su poder; pantalones, túnica larga y efod.
9 Le concedió granadas que adornaran su ropa, y por el borde, numerosas campanillas de oro tintineaban a cada uno de sus pasos, dejándose oír en el Templo como una señal para los hijos de su pueblo; 10 lo revistió de un vestido sagrado de oro, de púrpura violeta y rojo, obra de un artista; del pectoral del juicio con el Urim y el Tummin, 11 hecho de hilo escarlata, obra de especialistas, con piedras preciosas grabadas en forma de sello, engastadas en oro, obra de joyeros, doce por las doce tribus, con una inscripción grabada para recordar ante Dios a la tribus de Israel; 12 y por encima del turbante una corona de oro, que llevaba grabada la inscripción de su consagración, insignia preciosa, magnífico trabajo, ornamento encantador.
13 Jamás se habían visto antes de él cosas tan hermosas, nunca las revestirá un extranjero, sino únicamente sus hijos y sus descendientes perpetuamente.
14 Sus sacrificios se consumen totalmente dos veces al día y para siempre.
15 El propio Moisés lo consagró y lo ungió con el aceite bendito. Beneficio de una Alianza eterna para él y también para su raza cuanto duren los cielos, para que se dediquen al culto, ejerzan el sacerdocio y bendigan al pueblo invocando el Nombre del Señor.
16 Lo escogió entre todos los hombres para que ofreciera el sacrificio al Señor, el incienso y los perfumes del recuerdo, e hiciera la expiación por el pueblo.
17 Le dio interpretar con sus decisiones los mandamientos de la Ley, y enseñar a Jacob sus órdenes, a Israel su Ley.
18 Extranjeros se confabularon contra él, le tuvieron envidia en el desierto los hombres de Datán y de Abitrón, y la banda de Coré, llena de odio y de violencia.
19 Los vio el Señor y no le agradó, y el ardor de su cólera los mató. Contra ellos hizo prodigios al consumirlos por su fuego ardiente.
20 Aumentó la gloria de Aarón, dándole la herencia, le otorgó las primicias de los primeros frutos y, en primer lugar, el pan en abundancia. Pues ellos se alimentan con los sacrificios del Señor; él se los concedió a Aarón y a sus descendientes.
22 Pero en la tierra del Pueblo Santo no tiene herencia ni hay en el pueblo una parte para él, porque el Señor es la parte que le toca en herencia.
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