Un niño ha nacido
9 1 El Pueblo de los que caminan en la noche,divisaron una luz grande;
habitaban el oscuro país de la muerte,
pero fueron iluminados.
2 Tú los has bendecido y multiplicado,
los has colmado de alegría,
por eso están de fiesta y te celebran,
como los combatientes después de la victoria.
3 El yugo que soportaban, y la vara sobre sus espaldas,
el látigo de su capataz,
tú los quiebras como en el día de Madián.
4 Los zapatos que hacían retumbar la tierra
y los mantos manchados de sangre van a ser quemados:
el fuego los devorará.
5 Porque un niño nos ha nacido,
un hijo se nos ha dado;
se le pone en el hombre el distintivo del rey
y proclaman su nombre:
“Este es el Consejero admirable, el Héroe divino,
el Padre que no muere, el Príncipe de la Paz.”
6 Su imperio no tiene límites,
y, en adelante, no habrá sino paz
para el Hijo de David y para su reino.
7 El lo establece y lo sostiene
por el derecho y la justicia,
desde ahora y para siempre.
Sí, así será, por el amor celoso del Señor.
Amenazas contra Efraím
8 El Señor ha mandado una sentencia contra Jacob y ha caído en Israel.
9 Todo el pueblo de Efraím y los habitantes de Samaria, al conocerla, han dicho, llenos de orgullo y de soberbia:10 “Si se han venido abajo los ladrillos, vamos a edificar piedras labradas; si han cortado los sicómoros, los vamos a reemplazar con cedros.”
11 Pero Yavé lanza contra este pueblo a sus enemigos, azuza a sus adversarios: 12 Aram por el este y los filisteos por el oeste, que devoran a Israel a dentelladas.
Ni con eso se le ha pasado el enojo, y sigue con su mano levantada. 13 Mas el pueblo o se ha vuelto hacia el que le pegaba, no se ha preocupado de Yavé de los ejércitos.
14 Por eso Yavé ha cortado a Israel cabeza y cola, palmera y junco, en un mismo día. 15 El anciano y el noble son la cabeza; el profeta de mentiras es la cola.16 Los guías de este pueblo lo han extraviado y sus dirigidos se han perdidos.
17 Por eso el señor no tendrá compasión de sus jóvenes, y tratará sin piedad a sus huérfanos y viudas. Todo este pueblo es impío y perverso, y toda boca repite cosas horribles.
Ni con eso se le ha pasado el enojo, y su mano sigue levantada.
18 Pues la maldad arde como fuego, devora zarzas y espinas, y después quema la espesura del bosque, de donde suben en remolino las columnas de humo.
19 El enojo de Yavé de los Ejércitos ha sacudido el país y el pueblo ha sido pasto de las llamas. Nadie se compadece de su hermano, cada uno se come la carne de su vecino. 20 Muerde a derecha, y todavía sigue con hambre. Come a izquierda, y no queda satisfecho.
21 Manasés se come a Efraím, Efraím a Manasés, y ambos se lanzan contra Judá.
Pero su enojo todavía le dura, y su mano sigue levantada.
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