42 1 He aquí a mi siervo a quien yo sostengo,
No se dejará quebrar ni aplastar,
hasta que reine el derecho en la tierra.
Los países lejanos esperan sus ordenanzas.
5 Así habla Yavé,
el que creó los cielos y los estiró,
que le puso firmes cimientos a la tierra
y produjo todas sus plantas,
que dio aliento a sus habitantes
y respiración a los seres que se mueven en ella.
6 Yo, Yavé, te he llamado para cumplir mi justicia,
te he formado y tomado de la mano,
te he destinado para que unas a mi pueblo
y seas luz para todas las naciones.
7 Para abrir los ojos a los ciegos,
para sacar a los presos de la cárcel,
y del calabozo a los que estaban en la oscuridad.
8 ¡Yo soy Yavé! ¡Ese es mi Nombre!
No darse m gloria a otros,
ni mi honor los ídolos.
9 Lo que había dicho se ha cumplido.
Por eso anuncio cosas nuevas,
antes que aparezcan, se las doy a conocer.
Himno de victoria
10 ¡Cántenle a Yavé un nuevo canto!
Que lo celebren el mar y cuanto él contiene,
las islas con sus habitantes!
11 Que levanten la voz el desierto y sus ciudades,
los campos donde vive Cedar!
¡Los habitantes de Petra lancen gritos
y aclamaciones desde las cumbres de los cerros!
12 ¡Qué aviven a Yavé
y que los vivas se oigan hasta en las islas!
13 Yavé avanza como un héroe,
y se enardece como un guerrero.
Pronuncia su arenga ylanzsa su grito de combate,
y ataca a los enemigos como un valiente.
14 He estado en silencio durante mucho tiempo,
me he callado y aguantado…
Ahora, como mujer que da a luz me quejo
me ahogo y respiro entrecortado.
15 Yo voy a talar los montes y los cerros,
a acabar con toda la vegetación;
convertiré los ríos en pantanos;
y secaré las lagunas.
16 Haré andar a los ciegos por el camino desconocido
y los guiaré por los senderos.
Cambiaré ante ellos las tinieblas en luz
y los caminos de piedras en pistas pavimentadas.
Todo esto es lo que voy a hacer,
y lo haré sin falta.
17 Se retirarán todos humillados,
los que confían en los ídolos,
los que dicen a las estatuas fundidas:
“Ustedes son nuestros dioses.”
18 Sordos, oigan!
¿Ciegos, abran sus ojos y vean!
19 ¿Quién está ciego sino mi servidor,
y quién es más sordo que el mensajero que yo mando?
20 Tú has visto muchas cosas, pero no te has fijado en nada.
¡Tienes la oreja parada, pero no oyes!
21 Yavé quiso, movido por su justicia,
encumbrar al pueblo que escucha su ley;
22 pero su pueblo es gente robada
y saqueada, presa en cavernas
o encerrada en calabozos.
Los asaltaban y nadie los defendía,
o les robaban y nadie reclamaba que les devolvieran.
23 ¿Quién de ustedes está escuchando todo esto,
y pone atención para recordarlo después?
24 ¿Quién permitió que asaltaran a Jacob,
o le robaran a Isarel?
¿No fue Yavé, contra quien pecamos?
Pues no quisimos seguir sus caminos
y despreciamos sus mandamientos.
25 Por eso, le hizo sufrir el ardor de su enojo
y los horrores de la guerra.
Este enojo lo envolvió en llamas sin que diese cuenta,
y lo consumió, sin que lo notara.
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