viernes, 13 de abril de 2012

20



Abraham y Sara en Guerar

¡ 20 1 Abraham se traslado de allí al país de Negueb yse instaló entre Cadés y Sur, después fue a pasar untiempo a Guerar. 2 Abraham decía de Sara: “Es mi hermana.” Por eso el rey de Guerar, llamado Abimelec, la mandó buscar para él.
3 Pero en la noche Dios le habló a Abimelec en sueño y le dijo: “Date por muerto por causa de esa mujer que has tomado, porque es casda.” 4 Abimelec no la había tocado y dijo: “Señor, ¿vas a dar muerte a un pagano a pesar de que no tiene culpa? 5 El me dijo que era su hermana y ella misma lo afirmó que era su heraman; yo hice esto con sencillo corazón y obré con intención pura.”  6 Dios le dijo: “Yo sé que lo hiciste con corazón sencillo y por eso te he librado de pecar contra mí ni permití que la tocases. 7 Ahora devuelve su mujer a ese hombre porque él es un profeta. Rogará por ti y vivirás. Pero si no se la devuelves, debes saber que morirás sin remedio, y todos los tuyos.”
9 Abimelec se levantó muy de mañana y llamando a todos sus servidores le contó todo esto. Ellos, al oírlo, quedaron muy asustados. 9 Llamó entonces Abimelec a Abraham para decirle: “¿Qué es lo que has hecho con nosotros? ¿En qué te he ofendido para que traigas sobre nmí y a mi país un pecado tan grande? Te has portado como no debe hacerse.” 10 Abimelec le preguntó: “¿Por qué lo hiciste? 11 Respondió Abraham: “Pensé que si no había temor de Dios en este lugar podrían matarme por causa de mi esposa. 12 Pero es que, además, es hermana mía, hija de mi padre, aunque no de mi madre, y ha pasado a ser mi esposa. 13 Y desde que los dioses me hicieron ir de un lado para otro, lejos de mi patria, le dije: "Tú me harás el favor de decir en cualquier lugar que lleguemos, que soy hermano tuyo."
14 Enseguida Abimelec mandó traer ovejas y bueyes, esclavos y esclavas y se los dio a Abraham, al que devolvió su esposa Sara. 15 Después Abimelec agregó: "Ahí tienes mi país, vive donde quieras." 16 A Sara le dijo: "Mira, he dado a tu hermano mil monedas de plata que serán para ti como un velo que tiendas ante los ojos de todos los que están contigo; así nadie pensará mal de ti." 17 Por la oración de Abraham sanó Dios a Abimelec, a su esposa y a sus esclavos para que pudieran tener hijos. 18 Porque Dios había vuelto estériles a todas las mujeres que vivían en casa de Abimelec; por causa de Sara, esposa de Abraham.

¡ Los israelitas guardaban recuerdos de conflictos entre sus antepasados errantes y los pueblos entre los cuales vivían. En tres lugares del Génesis encontramos el presente suceso protagonizado por personas diferentes y en diversas circunstancias (ver 12,14 y 26,7) Pero el que lea esos relatos uno después de otro verá un progreso: por una parte, mayor delicadeza para hablar de la conducta del antepasado, por otra, un sentido más exacto del pecado.


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