viernes, 10 de febrero de 2012

24




La bendición de Balaam

24 1 Balaam vio que a Yavé le agradaba bendecir a Israel, por eso ya no se fue como las otras veces en busca de señales, sino que se volvió cara al desierto. 2 Y al mirar vio a Israel acampado en tribus. Entonces el espíritu de Yavé vino sobre él 3 y entonó este poema:

Palabra de Balaam, hijo de Beor.
4 El oye las palabras de Dios
y ve las visiones
en éxtasis, los ojos a biertos:
5 ¡Qué hemosas son tus tiendas, Jacob,
y tus casas, Israel!
6 Como valles espaciosos,
como jardines a orillas de los ríos,
como cedros plantados a orillas de las aguas,
de sus fuentes chorrea el agua
y riega sus sembrados.
7 Su rey derriba a Agag,
su reinado se encumbra
8 Su Dios lo hace salir de Egipto
y es para él como cuernos de búfalo.
Devora el cadáver de sus enemigos
y les quiebra los huesos.
9 Se agacha, se acuesta,
como león, como leona
¿Quién lo hará levantarse?
¡Bendito el que t bendiga!
¡Maldito el que te maldiga!

10 Balac se enfureció contra Balaam y le dijo: “Te he llamado para que maldigas a mis enemigos y tú los has llenado de bendciones ya por tercera vez. 11 Vuelve a tu tierra. Dije que te llenaría de regalos, pero Yavé te ha privado de ellos.” 12 Balaam respondió: “Yo contesté a tus mensajeros: 14 Aunque Balac me diera su casa llena de plata yoro, yo no podria desobedecer a Yavé ni hacer nada por mi cuenta. Diré sólo que Yavé me diga. 16 Ahora que me marcho a mi tierra, ven que te voy a anunciar lo que este pueblo hará en el futuro.”

15 Entonces entonó su poema:

+ Palabra de Balaam,  hijo de Beor,
16 El que oye las palabras de Dios
y ve las visiones
en éxtasis, los ojos abiertos:
17 Algo veo, pero no es para hoy;
A alguien diviso, pero no de cerca;
de Jacob se alza una estrella,
un bastón de mando surge de Israel,
le pega a Moab en la frente
y le aplasta la cabeza.
18 Israel se adueña de Edom,
hace suya la tierra del enemigo.
19 Porque de Jacob ha salido el Dominador
que acaba con el resto de Moab.

20 Y echando una mirada hacia el pais de Amalec pronunció esta sentencia: “Amalec es la primera de las naciones, pero al final desaparecerá.” 21 Dirigió luego su mirada hacia el pueblo querita, diciendo: “Hiciste tu morada para durar, en la roca pusiste tu nido; sin embargo, te devorará el fuego y al final el asirio te llevará cautivo.”
22 Siguió profetizando así: 23 “¡Ay, ¿quién vivirá cuando Yavé haga estas cosas? 24 Vendrán naves desde Quitim, someterán a los asirios y también a los  hebreos y al final ellos también perecerán.”
25 Con esto se levantó Balaam y regresó a su país, mientras Balac se fue por su camino.

+ Esta profecía nos muestra cómo Dios quiere proclamar a todo el mundo el destino maravilloso de su pueblo, incluso por boca de Balaam. Destacamos el más famoso de los poemas, o profecías, de Balaam (24,15-19), que anuncia la estrella de Jacob. Esa estrella se refería al rey David, elegido de Dios e iniciador del Reino de Dios en Israel. Pero, a través de su persona, reconocemos al otro y verdadero elegido de Dios, que es Cristo.

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