lunes, 27 de febrero de 2012

11



Animales “puros” e “impuros”

O 11 1 Yavé habló a Moisés y a Aarón, diciéndoles: 2 “Hablen a los hijos de Israel y díganles: 3 De entre todos los animales terrestres, solamente comerán el animal de pezuña partida, hendida en dos uñas y que rumia. 4 Pero no comerán el camello que rumia y no tiene dividida la pezuña; será para ustedes impuro. 5 El conejo que rumia, pero no tiene dividida la pezuña, será impuro para ustedes. 6 Lo mismo la liebre. 7 El cerdo que tiene la pezuña partida en dos mitades, pero no rumia, será impuro para ustedes. 8 De su carne no comerán ni tocarán su cadáver; serán impuros para ustedes.
9 De todo lo que hay en el agua, éstos son los que comerán. Todos los que tienen aletas y escamas en las aguas, sea en el mar o en los ríos, los comerán. 10 Pero los bichos y los animales que viven en el agua, ya sea en el mar o en los ríos, y no tienen aletas ni escamas, les son y les serán prohibidos. 11 No comerán de su carne y tendrán sus cadáveres por inmundos.
12 Todos los seres que viven en las aguas y no tienen aletas y escamas, ustedes los tendrán por impuros.
13 Las siguientes aves las tendrán por impuras y no se podrán comer por ser inmundos, 14 el águila, el quebrantahuesos, el águila marina, 15 el buitre, el halcón en todas sus especies 16 toda clase de cuervos, 17 el avestruz, la lechuza, la gaviota, el gavilán en todas sus especies, 18 el búho,  el somomujo, el ibis, el cisne, el pelícano, el calamón, 19 la cigüeña, la garza en todas sus especies, la abubilla y elmurciélago.
20 Será inmundo para ustedes todo insecto alado que anda sobre cuatro patas. 21 Pero de todos los insectos alados que andan sobre cuatro patas, podrán comer aquellos que, además de sus cuatro patas, tienen piernas para saltar sobre el suelo. 22 De ellos podrán comer: la langosta en sus diversas especies y toda clase de solam, de jargol y de jagab. 23 Cualquier otro insecto alado de cuatro patas será para ustedes impuro.
24 Por contacto de estos animales se contraerá impureza. El que toque su cadáver quedará impuro hasta la tarde. 25 El que levante alguno de sus cadáveres tendrá que lavar sus vestidos y quedará impuro hasta la tarde. 26 Asimismo todos los animales que tienen pezuña no partida en dos uñas y no rumian, serán impuros para ustedes, y todo aquel que los toque quedará impuro. 27 De entre los cuadrúpedos les serán impuros todos los que andan sobre las plantas de sus patas. 28 El que toque sus cadáveres quedrá impuro hasta la tarde. El que levante el cadáver de uno de ellos tendrá que lavar sus vestidos, y quedará impuro hasta la tarde; son impuros para ustedes.
29 De entre los  bichos pequeños que andan arrastrándose por el suelo serán impuros para ustedes la comadreja, el ratón, el lagarto en sus diversas especies, 30 del puercoespín, el cocodrilo, el camaleón, la salamandra y el topo. 31 Entre todos los bichos, éstos serán impuros para ustedes. Todo el que toque sus cadáveres quedará impuro hasta la tarde.
32 Quedará impuro cualquier objeto sobre el que caiga uno de sus cadáveres, ya sea un instrumento de madera, o un vestido, una piel, un saco o cualquier utensiilio. Será metido en agua y quedará impuro hasta la tarde; después quedará puro. 32 Si cae uno de estos cadáveres en una vasija de barro, cuanto  haya dentro de ella quedará impuro y romperán la vasija. 34 Toda cosa comestible preparada con dicha agua será impura y toda bebida que se tome en una de esas vasijas será impura. 35 Cualquier objeto sobre el que caiga alguno de esos cadáveres quedará impuro: el horno y el doble fogón serán derribados; son impuros y los tendrán por impuros 36 (solamente las fuentes y pozos donde se recogen las aguas permanecerán puras), pero el que toque sus cadáveres quedará impuro.
37 De igual manera, cuando caiga alguno de esos cadáveres sobre una semilla que va a sembrarse, quedará pura; 38 pero si cae alguno de esos cadáveres sobre semilla mojada, la tendrán por impura. 39 Cuando muera uno de aquellos animales de los que puedan comer, el que toque uno de sus cadáveres quedará impuro hasta la tarde. 40 El que coma de su cadáver deberá lavar sus vestidos y quedará impuro hasta la tarde, y el que levante ese cadáver habrá de lavar sus vestidos y quedará impuro hasta la tarde.
41 Todo reptil que anda arrastrándose sobre la tierra es cosa inmunda; no se podrá comer. 42 No comerán ningún animal de los que caminan sobre su vientre o sobre cuatro patas o sobre muchas patas, en forma parecida a los reptiles, que se arrastran por el suelo; por que son inmundos. 43 No se hagan inmundos con ninguna clase de bichos que se arrastran, ni se  hagan impuros con ellos, sabiendo que por ellos se contrae impureza. 44 Porque yo soy Yavé, Dios de ustedes, santífiquense y sean santos, pues yo soy Santo. No se hagan impuros con ninguno de esos reptiles que se arrastran por el suelo. 45 Pues yo soy Yavé, el que los ha sacado de la Tierra de Egipto, para ser su Dios. Sean, pues, santos porque yo soy Santo.
46 Esta es la ley acerca de los animales, de las aves, y de todos los seres vivientes que se mueven en el agua, y de todos los que andan arrastrándose sobre la tierra, 47 para que hagan distinción entre lo impuro y lo puros, entre el animal que puede comerse y el que no.

O El israelita tiene por misión celebrar el culto del Dios único. Sin embargo, para presentarse en el Templo a tomar parte en alguna asamblea religiosa, debe cumplir varios requisitos que lo hacen “puro”, como lo notamos respecto al capítulo 8. Estar puro o impuro no significaba que uno era culpable o no, estas palabras solamente expresan que estaba listo o no para acercarse al altar.
Estas leyes ayudaban a Israel a descubrir el camino de la santidad verdadera:
-Son declarados impuros algunos animales que los paganos  honraban. Hay que apartarse de ellos.
-Varias leyes y “tabúes” (o sea, prohibiciones de origen sagrado) referentes a la sexualidad ayudan a respetar el carácter sagrado de la vida. Espontáneamente, en cualquier pueblo primitivo, varias reglas rigen el sexo y rodean al nacimiento. Igualmente entre los judíos Ver 12,1-8 y cap.15
-Algunas leyes corresponden a normas de higiene, aunque se indiquen otros moitvos, Por ejemplo, la prohibición de la carne de cerdo (11,7), que acarrea enfermedades ahí donde falta limpieza. Lo mismo que en lo referente a la lepra (cap .1 3) enfermedad muy contagiosa.
No hay vida religiosa ni cristiana sin educación humana y equilibrio familiar, lo mismo como varios matrimonios fracasan, aunque el amor sea mutuo, por falta de solidez humana y porque los espsoso no recibieron cuando niños la eduación disciplinada imprescindible para formar personas responsables. Así la Biblia, con sus enseñanzas exteriores (Rom 2,28) y carnales (Fil 3,3), preparaba un pueblo que sirviera a Dios de un modo más responsable.
Muchas leyes, cuya razón se nos escapa, servían, más que todo, para hacer al pueblo de Dios diferente de los otros pueblos en sus comunidad, en sus fiestas y en sus costumbres.
El israelita, establecido muchas veces en medio de otros pueblos, no podía mezclarse con sus vecinos paganos la Ley, al disponer todos los detalles de su vida, le prohibía adoptar poco a poco los usos de los demás y, con esto, llegar a pensar como ellos. Aunque la actitud interior es la que debe hacer al creyente diferente de los demás, la disciplina exterior le ayuda diferente de los demás, la discplina exterior la ayuda a uno a que tome conciencia de su propio espíritu. La Biblia educa a un pueblo que todavía no había alcanzado la madurez religiosa y por eso le imponía una forma de vivir diferente.
Estas leyes empezaron a ser observadas muy estrictamente a partir del tiempo de Esdras, y dirigieron a la comunidad judía de los últimos siglos antes de Cristo. Notamos en Neh 13, el peligro que entrañaba para ellos el mantenerse separados de los demás hombres.
En el tiempo de Jesús los judíos se aferraban demasiado a estas prescripciones que, en un comienzo, solamente exigían ciertas disposiciones externas para participar en actos religiosos. Y Jesús denunció esta confusión de la pureza legal conla pureza de la concienca Mc 7,15
11,6 La Biblia no es un libro de enseñanza científica.

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