sábado, 31 de diciembre de 2011

12


Samuel renuncia

* 12 1 Samuel dijo al pueblo: "Los he atendido en todo lo que me han pedido, y les he dado un rey: "Desde ahora en adelante tienen un rey para dirigirlos. Lo que es yo, ya soy viejo, estoy lleno de canas y tengo a mis hijos que me reemplacen junto a ustedes. Los he guiado desde mi juventud hasta el día de hoy. 3 Ahora, si tienen algo contra mí, díganlo en presencia de Yavé y de su rey.
¿A quién le he llevado su buey o su burro? ¿A quién he engañado o maltratado? ¿Quién me ha sobornado con dinero? Que lo digan y lo devolveré."
4 Respondieron: "Nunca le hiciste mal a nadie."
5 Entonces Samuel dijo: "Yavé y el rey son ahora testigos de que ustedes no encontraron en mí culpa alguna." Y ellos contestaron: "Efectivamente, es como tu dices."

6 Entonces Samuel dijo al pueblo: "Sí; testigo es Yavé, que estableció a Moisés y a Aarón y que sacó a nuestros padres de la tierra de Egipto. 7 Presénteme ahora para que yo les pida cuentas en nombre de Yavé, por todas las misericordias que él les hizo a ustedes y a sus padres. 8 Acuérdense cómo Jacob entró en Egipto y cómo clamaron a Yavé los padres de ustedes cuando fueron oprimidos. Entonces envió a Moisés y a Aarón, que sacaron a sus padres de Egipto y lo pusieron en este lugar. 9 Pero ellos se olvidaron de Yavé, su Dios, por lo que les entregó en manos de Sísara, jefe del ejército de Jasor, y en manos de los filisteos y del rey de Moab, que les hicieron la guerra. 10 Pero después clamaron a Yavé y reconocieron: Hemos pecado, porque te abandonamos a ti, Señor y servimos a los  baales y a  las astartés. Pero ahora, líbranos de las manos de nuestros enemigos y te serviremos. 11 Entonces Yavé envió a Jerubaal, a Barac, a Jefté y a Samuel y los libró del cerco de sus enemigos y vivieron seguros.
12 Pero, cuando vieron que Najás, rey de los amonitas, los atacaba, me dijeron: ¡No!, que reine un rey sobre nosotros, a pesar de que Yavé, su Dios, era rey de de ustedes. 13 Aquí tienen a su rey. ya ven cómo el Señor les ha dado el rey que ustedes escogieron y pidieron. ¡Ojalá teman a Yavé, lo sirvan y escuchen su voz, y no se rebelen contra sus órdenes! 14 ¡Ojalá que ustedes y el rey que reine sobre ustedes lo sigan! 15 Porque si no escuchan su voz y se rebelan contra sus órdenes, entonces la mano de Yavé pesará sobre ustedes y sobre su rey.
16 No se vayan todavía, para que vean este  gran prodigio que Yavé va realizar delante de sus ojos. ¿No es ahora la cosecha del trigo? 17 Pues bien, voy a invocar a Yavé para que haga tronar y llover. Reconocerán entonces y verán el gran mal que han hecho a sus ojos al pedir un rey."
18 Invocó Samuel a Yavé, que hizo tronar y llover ese mismo día, y todo el publo tuvo gran temor a Yavé y a Samuel. 19 Todo el pueblo dijo a Samuel: "Ruega a Yavé, tu Dios, por nosotros, para que no muramos; porque a todos los demás pecados nuestros hemos añadido esta maldad de pedir un rey."
20 Pero Samuel les contestó: "No teman. Es cierto que  han hecho esa maldad. Pero ahora, no se alejen de Yavé y sírvanlo con todo su corazón, 21 no se aparten para seguir esos ídolos que no sirven ni salvan porque nada son. 22 Porque Yavé no rechazará a su pueblo en atención a su gran Nombre, ya que se ha dignado hacer de ustedes su pueblo. 23 Por mi parte, ¿cómo cometería este pecado de no interceder por ustedes ante Yavé o de no enseñarles el camino bueno y recto? 24 Teman sólo a Yavé y sírvanlo con todo su corazón, pues han visto las maravillas que ha realizado en medio de ustedes. Pero, si se portan mal, perecerán ustedes y su rey."

* Al renunciar Samuel, da una última lección a Saúl y sus sucesores. Invita a los futuros reyes y responsables a examinarse si se mantienen totalmente desinteresados en el ejercicio de las funciones, o si las aprovechan para servirse a sí mismos. (Ver un discurso semejante de Pablo en Hechos 20,33)
Samuel es además ejemplo, al retirarse cuando pasó el tiempo en que podía servir. Era hombre de otra época, la de los Jueces, y no había lugar para él en el reinado que empezaba. Cualquier dirigente vale por un tiempo, y cumplido éste, tiene que preparase sucesor

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