lunes, 13 de diciembre de 2010

2

4 1 ¡Acusen a su madre, acúsenla,
porque ella ya no es mi esposa,
ni yo soy su marido!

Que limpie su rostro de todos esos adornos seductores
y tire esas figuras obscenas que se recuestan en su pecho.
5 Porque si no, la voy a desnudar completamente
para que quede como cuando nació;
será entones igual como un desierto.
como tierra sin agua, y morirá de sed.

6 Ya no querré más a sus hijos,
porque son hijos de una prostituta.
7 Sí, puesto que su madre se ha entregado
y ha perdido su decencia.
¿No era ella que decía:
“Déjenme partir con mis amantes
que me dan mi pan y mi agua,
mi lana y mi lino, mi aceite y mis bebidas?”
8 Pero ella no sabía que era yo
el que le daba el trigo, el vino y el aceite,
y quien le proporcionaba en abundancia
la plata y el oro, con que hizo sus Baales.

11 Por eso vendré a recuperar mi trigo en la cosecha,
y mi vino, en la vendimia;
y le quitaré mi lana y mi lino
con que cubría su cuerpo.
12 Y dejaré desnuda su figura marchita
en presencia de sus amantes.
y nadie me podrá impedir que lo haga.

13 Yo pondré fin a sus diversiones,
a sus fiestas mensuales y semanales,
y a todas sus demás solemnidades.
14 Echaré a perder su viña y sus higueras
que ella tanto quería
porque se las habían dado sus amantes.
Dejaré que se las coma la maleza
y que las pisoteen los animales.
15 Yo la castigaré por esos días
en que ofrecía incienso a los Baales
y en que se ponía sus aros y collares
para correr detrás de sus amantes;
y de mí, la ingrata, se olvidaba.

9 Por eso voy a impedir su paso con espinos,
voy a cerrarle el camino
para que no sepa cómo ir.
Perseguirá inútilmente a sus amantes,
tratará de encontrarlos, pero en vano.
10 Entonces se dirá: “Me volveré a juntar con mi marido.
16 Y yo la volveré a conquistar
la llevaré al desierto y allí le hablaré de amor.

17 Le devolveré sus viñas,
convertiré el valle de la Mala Suerte
en un lugar de esperanzas.
18 Y allí ella me responderá como cuando era joven,
como en los días en que salió de Egipto.
y no me llamará más por “Señor mío”,
sino que me dirá: “Marido mío”.
19 Sacaré de su lengua la palabra “baal”,
para que no la pronuncie más en adelante.

20 Ese día haré un pacto con las fieras salvajes,
con las aves de rapiña y las serpientes de la tierra,
para que no le hagan daño.
Romperé el arco y la espada,
alejare la guerra de su tierra.
Y haré que la gente duerma segura ahí.
21 Yo te desposaré para siempre.
Nuestro matrimonio será santo y formal,
fundado en el amor y la ternura.
22 Tú serás para mí una esposa fiel,
y así conocerás quién es Yavé.

23 En ese día, palabra de Yavé,
escucharé a los cielos
y ellos atenderán a la tierra.
24 La tierra responderá al trigo, al vino y al aceite;
y éstos harán honor al nombre de Jezrael.
25 Yo sembraré para mí en el país,
amaré a No Amada
y diré a No mi Pueblo: “Tú eres mi pueblo”;
y él me contestará: “Tú eres mi Dios.”

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