Pueblo mío, ¿qué te he hecho?
6 1 escuchen ahora lo que e dice Yavé: “Presenta tu querella delante de las montañas y que oigan tu acusación las colinas.” 2 Escuchen, pues, montañas, la demanda de Yavé y sirvan de testigos los inconmovibles fundamentos de la tierra, pues por esto tiene Yavé un pleito con su pueblo, por esto se ha querellado con Israel:
3 “Pueblo mío, ¿qué te he hecho yo y en qué te he molestado? Respóndeme.
4 ¿Es acaso porque te saqué de Egipto o porque te rescaté de la casa de los esclavos, o porque puse para que te guiaran a Moisés, Aarón y Miriam?
5 Acuérdate, pueblo mío, de lo que pensaba hacer contigo Balac, rey de Moab y de lo que le respondió Baham, hijo de Beor. Recuerda lo que pasó desde Sitim hasta Guilgal, para que así reconozcas cómo se ha portado Yavé.”
6 “¿Con qué me presentaré delante de Yavé? ¿Cómo iré a arrodillarme delante del Dios de los Cielos? ¡Me presentaré ante él trayéndole holocaustos o terneros de un año! 7 Pero, ¿aceptará Yavé los miles de carneros o los cientos de litros de aceite que se derramaron? ¿O será necesario que sacrifique a mi hijo mayo para pagar mi culpa, al fruto de mis entrañas por mi pecado?”
8 Ya se te ha dicho, hombre, lo que es bueno y lo que el Señor te exige: Tan sólo que practiques la justicia, que sepas amar y te portes humildemente con tu Dios.
9 Resuena la voz de Yavé en la ciudad, dando aliento a los que respetan su Nombre. Escúchenla, pueblo y sus gobernantes. 10 ¿Tiene todavía en su casa el malvado tesoros adquiridos injustamente, y se sirve aún de un almud falso para medir? 11 ¿Voy a aceptar que use balanzas inexactas o que no pese en su bolsa el peso justo?
12 Que escuche esa ciudad, cuyos ricos se enriquecen en base a crímenes y habitantes de tal forma que su lengua sólo pronuncia mentiras.
13 Yo mismo he empezado a maltratarte, a arruinarte debido a tus pecados. 14 Comerás, pero quedarás con hambre; continuarás sucia por dentro; te reservarás cosas, pero no podrás guardar nada; y si logras salvar algo, se perderá en la guerra.
15 Sembrarás, pero no podrás cosechar; molerás las aceitunas pero no aprovecharás el aceite; exprimirás la uva, pero no beberás el vino. 16 Si tú observas los decretos de Omri y todas las normas de la familia de Ajab; si tú sigues sus consejos, es para ponerte como un ejemplo terrible, para que se burlen de tus habitantes y para que seas despreciada por todo el mundo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario