miércoles, 3 de noviembre de 2010

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Cuarta visión: Pronto viene el Mesías

3 1 Yavé me presentó ante mis ojos a Josué, el gran sacerdote. Estaba éste frente al Angel de Yavé, y tenía a su derecha a Satán, que lo estaba acusando. 2 El Angel de Yavé dijo a Satán: “Que Yavé te contenga, Satán, que él te haga callar; pues Jerusalén es su preferida. ¿No aparece éste como un tizón sacado del fuego? 3 En efecto, Josué estaba vestido con ropas sucias, mientras permanecía en presencia del Angel de Yavé. 4 tomó éste la palabra y les ordenó a loa que estaban delante de él: 5 “Quítenle sus ropas sucias y pónganle un traje de gala. Coloquen además sobre su cabeza una corona reluciente.” Lo vistieron con el traje de fiesta y pusieron sobre su cabeza la corona reluciente.
6 El Angel de Yavé que lo miraba de pie le dijo: “Ahora puedes comprobar que te he dejado libre de tu falta.” En seguida, el mismo ángel hizo a Josué esta advertencia: 7 “Esto te manda decir Yavé: Si andas por mis caminos y respetas mis disposiciones, tú mismo gobernarás mi Casa y cuidarás de sus patios. Yo dejaré que entres a formar parte de los que están aquí presentes.”
8 Escucha, pues, Josué, sumo sacerdote, tú y tus compañeros que se sientan en tu presencia, pues todos ustedes son personas importantes, Voy a traer acá a mi servidor, llamado Brote. 9 Pongo ahora delante de Josué una piedra que reluce como si tuviera siete ojos. Yo mismo escribo en ella la absolución y quito el pecado del país en un solo día, dice el Señor.
10 Ese día, prosigue Yavé, se invitarán unos a otros a pasar un rato debajo del parrón o de la higuera.”

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