Segunda visión
2 1 Levanté la vista y tuve otra visión: yo veía cuatro cuernos. 2 Pregunté al Angel que me acompañaba qué significaba aquello, y él me respondió: “Estas son las naciones enemigas de Judá y Jerusalén.” 3 Enseguida me mostró Yavé a cuatro herreros. 4 Como yo quería saber qué venían a hacer esos hombres, él me explicó: “Esos cuernos son las naciones que han dispersado a Judá, sin que nadie pudiera resistirlos. Pero éstos san venido para aterrorizarlos, para acabar con el poderío de las naciones que han lanzado sus fuerzas contra el país de Judá para dispersar a su gente.”
Tercera visión
5 Tuve la siguiente visión: Veía a un hombre que llevaba en su mano una lienza para medir. 6 Le pregunté a dónde iba y me contestó: “Voy a medir a Jerusalén, para saber cuánto mide largo y de ancho.” 7 El ángel que me conversaba se quedó parado mientras que otro ángel le salía al encuentro. 8 El que estaba de pie le dijo: Corre a decir a este joven que Jerusalén será una ciudad abierta, pues será inmenso el número de habitantes y de animales que habrá en su interior. 9 Pero yo seré para ella como una muralla de fuego que la rodee totalmente, pues yo habitaré en ella con mi Gloria.”
10 “Ea, salgan del país del norte, dice Yavé, pues yo los he dispersado a los cuatro puntos cardinales.” 11 Sálvense, habitantes de Sión que viven en Babilonia. 13 Porque esto es lo que dice Yavé, quien me ha enviado con su poder, respecto de las naciones que los han asaltado a ustedes: “El que a ustedes los toca me pega en la pupila del ojo. 13 Por eso levanto mi mano para que se apropien de ellas los que fueron sus esclavos.” Así sabrán que Yavé de los Ejércitos me ha enviado.
Llamado a la hija de Sión
14 Canta, llena de gozo,
oh hija de Sión,
pues mira que yo vengo
para quedarme contigo,
te lo dice Yavé.
15 En aquel día
numerosas naciones
vendrán hacia Yavé,
ellas serán su pueblo;
pero yo me quedaré contigo.
16 Yavé tendrá en propiedad
a Judá en la tierra santa
y será Jerusalén
nuevamente su elegida.
17 Que todo ser se calle ante Yavé,
pues se levanta y sale
de su morada santa.
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