lunes, 16 de agosto de 2010

CANTAR 3

3 1 Sobre mi lecho, por las noches,
yo buscaba al amado de mi alma.
Lo busqué y no lo hallé.
2 Me levantaré, pues, y recorreré la ciudad.
Por las calles y las plazas
buscaré al amado de mi alma.
Lo busqué y no lo hallé.
3 Me encontraron los centinelas,
que andaban de ronda por la ciudad.
4 ¿Han visto a mi amado?
Apenas los había dejado
cuando encontré al amado de mi alma.
Lo abracé y no lo soltaré más
hasta que no lo haya hecho entrar
en la casa de mi madre,
en la pieza de la que me dio a luz.

El Esposo: 5 Hijas de Jerusalén, yo les ruego
por las gacelas y por las cabras del campo,
no despierten, ni molesten al amor
has cuando ella quiera.

Coro: 6 ¿Qué es eso que sube del desierto,
como columna de humo
perfumado de mirra y de incienso
y de todos los aromas?

Es la litera de Salomón.
7 Sesenta guerreros la rodean
que son los más valientes de Israel,
8 todos muy buenos para la espada,
hombres adiestrados para el combate.
Cada uno lleva su espada a la cintura
para que nadie los sorprenda de noche.

9 El rey Salomón
se ha hecho un trono
de madera del Líbano
10 Le hizo columnas de plata,
el respaldo de oro,
el asiento de púrpura;
todo fue bordado con amor
por las hijas de Jerusalén.

11 Hijas de Sión,
salgan a contemplar al rey Salomón
con la corona que le colocó su madre
el día de sus bodas,
el día de su alegría.

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