![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgYIj9iubmePwwEtQURzZdQQvP4-C3yjwexjuMAnZSuJi4Xef11T_nT0SQeXhZLapIc_i4Z_3MAzv5QAmmGhAZYQe9d2Q3i7SRQBazINUiVTBPchfWRo_nAGwSde9MqXXFoOzFGcVsohNtH/s200/Salmo+41.jpg)
2 Como anhela la cierva
estar junto al arroyo,
así mi alma desea,
Señor, estar contigo.
3 Sediento estoy de Dios,
del Dios que me da vida,
¿cuándo iré a contemplar
el rostro del señor?
4 Lágrimas son mi pan
durante noche y día,
cuando oigo que me dicen:
¿Dónde quedó tu Dios?
5 Yo me acuerdo, y mi alma
dentro de mí se muere
por ir hasta tu templo,
a tu casa, mi Dios,
entre vivas y cantos
de la turba feliz.
6 ¿Qué te abate, alma mía?
¿Por qué gimes en mí?
Pon tu confianza en Dios,
que aún le cantaré
a mi Dios salvador.
7 Mi alma está deprimida:
por eso te recuerdo,
desde tierras jordanas,
desde el monte de Hermón,
¡oh mi humilde montaña!,
en las horas del día.
8 El eco de tus cascadas
resuena en los abismos,
las rompientes de tus olas
me pasaron a llevar.
9 Quiera Dios dar su gracia
en la hora del día;
yo cantaré de noche
al Dios que me da vida.
10 A Dios, mi Roca,le hablo:
¿Por qué me has olvidado?
¿Por qué debo andar triste,
cuando el rival me abruma?
11 Mis contrarios me insultan
y se quiebran mis huesos
al oír que me dicen:
“¿Dónde quedó tu Dios?”
12 ¿Qué te abate, alma mía,
por qué gimes en mí?
pon tu confianza en Dios,
que aún le cantaré
a mi Dios salvador.
No hay comentarios:
Publicar un comentario