miércoles, 29 de febrero de 2012

7




El sacrificio de reparación

7 1 Esta es también la Ley de la víctima ofrecida por el delito: esta víctima es cosa muy santa. 2 Por eso la víctima por el delito se sacrificará en el mismo lugar donde se ofrece la víctima del holocausto y su sangre será derramada alrededor del altar. 3 De ella ofrecerán la cola y la grasa que cubre las entrañas, 4 los dos riñones junto con el sebo adherido a ellos y a los lomos, y el lóbulo del hígado.
5 El sacerdote quemará todo esto sobre el altar como sacrificio por el fuego para Yavé. Este es el sacrificio por el delito. 6 De entre los sacerdotes podrán comerlo todos los varones; se comerá en lugar sagrado, pues es cosa muy santa.
7 De la manera que se ofrece la víctima por el pecado, así se ofrecerá la víctima por el delito: tiene el mismo ritual. La víctima pertenece al sacerdote que la sacrificó: 8 También, cuando el sacerdote ofrece un holocausto, la piel de la víctima le pertenece.
9 Toda ofrenda de flor de harina que se cuece en horno, o se tuesta en sartén, será del sacerdote que ofrece; 10 en cambio, toda ofrenda amasada en aceite, o seca, se dará a todos los h ijos de Aarón, en proporciones iguales.

El sacrificio de Comunión

11 Este es el ritual del sacrificio de comunión que se ofrece a Yavé: 12 si se ofrece en acción de gracias, lo acompañan panes ázimos, amasados con aceite, masas o tortas sin levadura, untadas con aceite, y flor de harina, sobadas también con aceite.
13 Además, con la víctima de acción de gracias ofrecida en sacrificio de comunión se presentarán panes con levadura; 14 uno de éstos se ofrecerá como primicias a Yavé, y será del sacerdote que derrama la sangre de las víctimas. 15 La carne de la víctima será comida en el mismo día, sin dejar nada para el siguiente.
16 Si se ofrece la víctima en cumplimiento de un voto, o como ofrenda voluntaria, se comerá el mismo día en que ha sido ofrecida, y lo que sobre podrá comerse al otro día. 17 Pero, el tercer día se quemará lo que quede de la carne de la víctima. 18 Si, el tercer día, se comiera carne del sacrificio de comunión, su ofrecimiento no valdría nada, ni sería de provecho al que ofrece, será cosa impura y el que la comiere cargaría con un pecado.
19 Si esta carne ha tocado cosa impura, no se dbee comer, sino que la quemarán al fuego. De esta carne puede comer todo el que está puro, 20 pero si alguien come carne del sacrificio de comunión presentado a Yavé, a pesar de que esté en estado de impureza, ése será exterminado de entre los suyos. 21 Si alguien toca cualquier cosa impura, sera de hombre o de animal, o cualquier otra abominación impura, y a pesar de eso come de la carne del sacrificio de comunión ofrecida a Yavé, será exterminado de entre los suyos.”
22 Yavé habló a Moisés para decirle: 23 “Habla a los hijos de Israel y diles: No comerán sebo de buey, ni de cordero ni de cabra. 24 La grasa de animal muerto o destrozado podrá servir para cualquier uso, pero en modo alguno la comerán. 25 Porque todo aquel que coma grasa de algún animal que suele ofrecerse en sacrificio por el fuego para Yavé, será exterminado de entre los suyos.
26 Tampoco comerán de alguna sangre, sea de animal, sea de ave, en los lugares en que vivirán. 27 Toda persona que coma sangre de cualquier clase, será exterminada de entre los suyos.
28 Yavé habló a Moisés para decirle: 29 “Habla a los hijos de Israel y diles: El que ofrezca a Yavé un sacrificio de comunión le llevará personalemente la parte que le ofrece. 30 Con sus propias manos llevará lo sacrificado por el fuego para Yavé, o sea, la grasa y, junto con ella, el pecho que es presentado y mecido ante Yavé. 31 El sacerdote quemará la grasa sobre el altar; el pecho será para Aarón y sus hijos. 32 Darán al sacerdote, como parte que le pertenece, el pernil derecho. 33 Pertenecerá a aquel hijo de Aarón que haya ofrecido la sangre y la grasa del sacrificio de comunión.
34 Yo quito a los hijos de Israel, de sus sacrificios de comunión, el pecho que fue mecido y el pernil que fue puesto aparte, para dárselos al sacerdote Aarón y a sus hijos. Por decreto perpetuo los hijos de Israel deberán dárselos.
35 Esta es la porción de Aarón y de sus hijos en los sacrificios por el fuego para Yavé, desde el día en que los presenten para ejercer el sacerdocio de Yavé. 36 Esto es lo que mandó yavé que les dieran los hijos de Israel, el día en que los ungió. Es un decreto perpetuo de generación en generaci´n.
37 Este es el ritual del holocausto, de la ofrenda, del sacrificio por el pecado y por el delito, y del sacrificio de comunión. 38 Esto es lo que Yavé ordenó a Moisés en el monte Sinaí, el día en que mandó a los hijos de Israel que presentaran sus ofrendas a Yavé en el desierto de Sinaí.”

No hay comentarios:

Publicar un comentario