miércoles, 22 de febrero de 2012

24



24 1 Yavé habló a Moisés diciendo: 2 “Manda a los hijos de Israel que te traigan para el alumbrado aceite puro de oliva, molida para alimentar continuamente la lámpara. 3 Aarón lo preparará fuera de la cortina del Testimonio, en la Tienda de las Citas, para que arda siempre ante Yavé desde la tarde hasta la mañana 4 El colocará las lámparas sobre el candelabro puro que permanece ante Yavé.
5 Tomarás flor de harina y cocerás con ella doce tortas, dos décimas de harina para cada una. 6 Las colocarás en dos filas, seis cada fila, sobre la mesa pura en presencia de Yavé. 7 Pondrás sobre cada fila incienso puro para que el pan sea un memorial, un sacrificio por el fuego para Yavé.
8 El sábado, cada sábado de generación en generación, dispondrán esos panes ante Yavé de parte de los hijos de Israel, como alianza perpetua. 9 Estos panes serán para Aarón y sus hijos, que los comerán en lugar sagrado. Y los tendrán por cosa muy santa, por ser sacrificio por el fuego para Yavé.  Es una ley para siempre.

La blasfemia, o sea, el insulto contra Dios

10 Un día, en el campamento hubo un altercado entre un hombre de madre israelita y de padre egipcio, y un israelita. 11 El hijo de la israelita (ella se llamaba Selomit, hija de Dibrí, de la tribu de Gad), blasfemó y maldijo el Nombre de Yavé, por lo que lo llevaron ante Moisés. 12 Y lo tuvieron preso hasta que Yavé dispusiera lo que había que hacer con él.
13 Entonces Yavé dijo a Moisés: “Saca fuera del campamento al que blasfemó. 14 Todos los que lo oyeron pongan las manos sobre su cabeza y que lo apedree toda la comunidad. 15 Y les dirás esto a los hijos de Israel: Cualquier hombre que maldiga a su Dios, cargará con su pecado; 15 el que  blasfeme el Nombre de Yavé será muerto; toda la comunidad lo apedreará. Sea israelita o extranjero, si blasfema el Nombre de Yavé, morirá.

La ley del talión

*17 El que hiera de muerte a un hombre será castigado de muerte.
18 El que  hiera de muerte a un animal pagará con otro; vida por vida. 19 El que cause alguna lesión a su prójimo, como él hizo, así se le hará: 20 fractura por fractura, ojo por ojo, diente por diente; se hará la misma lesión que él ha causado al otro. 21 El que mate a un animal, dará otro por él; el que mate a un hombre, morirá.
22 Tendrán una sola ley para el forastero y para el nativo, porque yo soy Yavé, el Dios de ustedes.”
23 Entonces habló Moisés a los hijos de Israel. Sacaron al  blasfemo fuera del campamento y lo apedrearon. Lo hicieron tal como Yavé lo había mandado a Moisés.


*Ojo por ojo. En 24,19 se expresa la llamada “Ley del Talión” Esta ley parece cruel. Parece aceptar la venganza como normal. En realidad buscaba limitar un impulso tan violento como el rencor y el deseo de represalias. Por eso esta ley establece que no se podrá dañar al adversario sino en porporción al perjuicio sufrido ojo por ojo, diente por diente. Es una manera de civilizar a gente que distaba mucho de ser cristiana. El perdón, tal como lo predica Cristo, es de una novedad total.

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