viernes, 14 de octubre de 2011

10

La división del reino

10 1 Fue roboam a Siaqueem, porque todo Israel había ido a Siquem para proclamarlo rey. 2 Apenas lo supo Jeroboam, hijo de Nabat, estando todavía en Egipto, a donde babía ido huyendo del rey Salomón, volvió de Egipto, pues habían enviado a llamarlo. 3 Vino entonces Jeroboam con toda la asamblea, y hablaron a Roboam diciendo: 4 " Tu padre ha hecho pesado nuestro yugo; ahora tú, aligera la dura servidumbre de tu padre y el pesado yugo que puso sobre nosotros y te serviremos." 4 El les dijo: "Vuelvan a mí de aquí a tres días." Y el pueblo se fue.
6 El rey Roboam pidió consejos a los ancianos que habían servido a su padre Salomón, en vida de éste, diciendo: "¿Qué me aconsejan que responda a este pueblo?" 7 Ellos le respondieron: "Si eres bueno con este pueblo y condesciendes con ellos y les das buenas palabras, serán siervos tuyos para siempre." 8 Pero el abandonó el consejo que los ancianos le aconsejaron y les pidió consejo a los jóvenes que se habían criado con él y estaban a su servicio. 9 Les dijo: "¿Qué me aconsejan que responda a este pueblo que me ha dicho: Aligera el yugo que tu padre puso sobre nosotros?"
10 Los jóvenes que se habían criado con él le respondieron: "Esto debes responder al pueblo que te ha dicho: Tu padre hizo pesado nuestro yugo, ahora tú aligera nuestro yugo, diles: Mi dedo meñique es más grueso que los lomos de mi padre. 11 Un yugo pesado les cargó mi padre, pero yo les haré más pesado el yugo: mi padre los ha azotado con azote, pero yo les azotaré con escorpiones."
12 Al tercer día volvió Jeroboam con una muchedumbre y se presentó ante Roboam, según lo que había dicho el rey: "Vuelvan a mí de aquí a tres días." 13 El rey les respondió con dureza, abandonando el consejo de los ancianos, y hablándoles según el consejo de los jóvenes. 14 Les dijo: "Mi padre hizo pesado el yugo de ustedes, yo lo haré más pesado todavía; mi padre los azotó con azotes, pero yo los azotaré con escorpiones." 15 No escuchó el rey al pueblo, pues se trataba de una intervención de Dios para dar cumplimiento a la promesa que Yavé había hecho a Jeroboam, hijo de Nabat, por medio de Ajías de Silo. 16 Israel vio que el nuevo rey no los atendía y replicaron al rey:
"¿Qué parte tenemos nosotros con David? No tenemos herencia que recibir del hijo de Jesé. ¡A tus tiendas, Israel! Mira ahora por tu casa, David."
17 Y todo Israel volvió a sus pueblos. Roboam reinó solamente sobre los hijos de Israel que habitaban en las ciudades de Judá. 18 El rey Roboam, envió a Adoram, que estaba al frente de los trabajos del rey, pero los hijos de Israel lo mataron a pedradas y murió. 19 Entonces el rey Roboam se apresuró a subir a su carro y huir hacia Jerusalén. Así los israelitas se apartaron de la familia de David hasta el día de hoy.

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