sábado, 18 de junio de 2011

43

En medio de las llamas, no te quemarás

43 1 Y ahora, así te habla Yavé,
que te ha creado, Jacob,
o que te ha formado, Israel.
No temas, porque yo te he rescatado;
te he llamado por tu nombre, tú me perteneces.
2 Si atraviesas un río, yo estaré contigo
y no te atrrastrará la corriente.
Si pasas por medio de las llamas, no te quemarás
y ni siquiera te chamuscarás.
3 Pues yo soy Yavé, tu Dios.
Para rescatarte, entregaría a Egipto
Etiopía y Saba, en lugar tuyo
4 Porque tú vales mucho más a mis ojos,
yo te aprecio y te amo mucho.
Por eso, a cambio tuyo entrego muchedumbres
y pago con pueblos el precio de tu vida.
5 No temas, pues, ya que yo estoy contigo.
De este haré venir a tu descendencia
y del Oeste te reuniré.
6 Le diré al Norte: “Entrégamelos”,
y al Sur: “No los retengas más”
Devuelve a mis hijos y a mis hijas
desde el lejano fin del mundo,
7 a todos aquellos que llevan mi apellido
y que yo he creado y formado
en honor a mí.
8 Que se presente el pueblo ciego, pero que tiene ojos,
sordo y que sin embargo tiene oídos.
9 Que se reúnan todas las naciones
y que se junten los pueblos
¿Quién de entre ellos dijo lo que pasaría y lo anunció primero?
que presenten sus testigos
para así confirmar su predicción
y que hablen, para que digamos: “¿Es cierto!”
10 Ustedes son mis testigos, dice Yavé,
y son mi servidor, que he elegido,
para que sepan todos y crean en mí,
y comprendan que Yo Soy.
Ningún dios existió antes de mí,
y ningún otro existirá después.
11 Yo soy Yavé,
y yo soy el único Salvador
12 Yo soy el que lo he anunciado, el que los he salvado,
soy yo el que les he hablado y no un Dios extraño.
Ustedes son mis testigos, dice Yavé,
13 y yo soy Dios y siempre lo he sido.
y nadie me puede hacer apartar la mano;
si yo ejecuto algo, nadie me lo puede impedir.

Mi pueblo me cantará alabanzas

14 Así se expresa Yavé,
su Salvador, el Santo de Israel:
Por ustedes nada más,
he mandado una expedición a Babilonia
para que rompan los candados de las prisiones
mientras se lamentarán los caldeos.
15 ¡Yo soy Yavé, su Santo,
el Creador de Israel, su Rey!
16 Esto dice Yavé,
que abrió un camino a través del mar
como una calle en medio de las olas;
17 que empujó al combate a un formidable ejército
de carros y de caballería;
todos cayeron para no levantarse más,
y se apagaron como una mecha que se consume.
18 No se acuerden más de otros tiempos, ni sueñen ya más en las cosas del pasado.
19 Pues yo voy a realizar una cosa nueva, que ya aparece. ¿No lo notan?
Sí, voy a trazar una ruta en las soledades.
20 Los animales salvajes,
como los lobos y los avestruces,
me felicitarán,
porque le daré el agua al desierto.
Sí, habrá ríos en esos lugares
para dar de beber a mi pueblo elegido.
21 Entonces, el pueblo que yo me he formado
me cantará alabanzas

Derramaré mi espíritu sobre tu raza

22 Tú, Jacob, no me has invocado,
más bien, te has cansado de mí.
23 No me has traído tus ovejas para víctimas,
ni me has honrado con tus sacrificios.
24 Yo no te he abrumado pidiéndote ofrendas,
ni te he cansado reclamando incienso.
No tuviste que gastar en aromas,
ni me diste la grasa de tus sacrificios,
sino que me has atormentado con tus pecados
y me has cansado con tu maldad.
25 Yo soy quien tenía que borrar tus faltas
y no acordarme más de tus pecados.
26 Recuerda bien, para que discutamos,
saca tú mismo las cuentas para que puedas ganar.
27 Ya pecó tu primer padre,
y después se han rebelado tus profetas;
28 por eso dejé botados a los responsables de mi santuario,
exterminé a los hijos de Jacob
y entregué a mi pueblo a los que se burlaban de él.

No hay comentarios:

Publicar un comentario