jueves, 3 de marzo de 2011

26

Contra Tiro

26 1 En el año once, el primer día del mes, me llegó esta palabra de Yavé: 2 “Hijo de hombre, mira cómo Tiro se ha burlado de Jerusalén diciendo: Ha sido destruida la ciudad que era la puerta de las naciones; ahora me corresponde este papel y me llenaré mientras esté en ruinas.
3 Por eso, el señor dice así: Tiro, estoy en tu contra. Así como se levantan las olas del mar, haré avanzar contra ti muchas gentes, 4 que echarán abajo tus murallas y destruirán tus torres, barreré de ti hasta el polvo y te dejaré como roca desnuda. 5 Quedarás en medio del mar como un lugar para tender redes. Tiro será hecha presa de las naciones. 6 Sus ciudades de tierra adentro, serán pasadas a cuchillo. Así sabrán que yo soy Yavé. 7 Traigo, por el norte, sobre Tiro, a Nabucodonosor, rey de Babilonia, rey de reyes, con caballos, carros, jinetes y gran número de tropas. 8 A estas ciudades las pasará a cuchillo, y a ella la sitiará, 9 dará golpes de ariete contra sus murallas y derribará sus torres con máquinas de guerra. 10 La nube de sus caballos te cubrirá de polvo. Al estrépito de sus jinetes y de sus carros temblarán tus murallas, cuando el enemigo entre por tus puertas como se entra en una ciudad tomada.
11 Los cascos de sus caballos pisotearán tus famosas estatuas. 12 Saquearán tus riquezas, robarán tus mercaderías. Echarán abajo tus murallas, demolerán tus magníficas casas, echarán tus piedras al mar con sus vigas y escombros.
13 Haré cesar el rumor de tus canciones y no volverá a oírse el son de tus cítaras. 14 Te convertiré en una roca desnuda, como para colgar redes, y no volverás a ser reconstruida. Porque así lo he resuelto yo, dice el Señor Yavé.
15 Esto añade el Señor: ¿No se estremecerán las islas cuando te desplomes con gran ruido, con el gemido de tus heridos, cuando hierva la matanza en medio de ti? 16 Bajarán de sus tronos todos los jefes de las islas, se quitarán sus capas y sus lujosas vestiduras, se vestirán de luto y se sentarán en tierra, temblarán incesantemente y estarán como alocados. 17 Entonarán sobre ti este canto doloroso:
¡Ay! Cómo has caído, cómo has desaparecido de los mares, tú, la ciudad famosa, tan poderosa en el mar, que infundía terror a los habitantes del mar. 18 Ahora, en el día de tu caída, las islas se estremecen y se aterran al ver tu fin.
19 Así habla Yavé:

+ Cuando te haya convertido en un desierto, como ciudad no habitada, y el océano se abalance sobre ti y las aguas en masa te cubra, 20 te precipitaré con los que bajaron al sepulcro, te haré habitar en las profundidades de la tierra, en perpetuas soledades, en medio de los muertos, y no volverás a levantarte jamás en la tierra de los vivos.
21 Te haré objeto de espanto. No existirás más; te buscarán, pero no te hallarán, afirma el Señor.”

+ Es la ilustración del castigo de Dios sobre los ricos y soberbios.

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