martes, 2 de noviembre de 2010

12

El último combate

12 1 Esto es lo que dice Yavé respecto de Israel, lo que anuncia para el futuro. Yavé, que estiró los cielos, que puso los cimientos de la tierra y que mantiene la vida en el interior del hombre. 2 Yo haré que Jerusalén sea para todos los pueblos un vino que hace perder los sentidos. 3Jerusalén, en ese entonces, será como una piedra que tratarán de levantar todos los pueblos; pero cuantos lo hagan quedarán desgarrados. Y la atacarán todas las naciones de la Tierra. 4 Ese día, dice el Señor, sembraré la confusión entre los caballos y volveré locos a sus jinetes. Dejaré ciegos a todos los pueblos, pero miraré con bondad a la gente de Judá. 5 Entonces los jefes de Judá dirán en su interior: “Realmente Jerusalén es invencible porque tiene a su lado a Yavé, su Dios.” 6 Aquel día haré que los jefes de Judá sean como un fósforo encendido en un montón de leña, como una antorcha lanzada entre las gavillas, devorará a izquierda y derecha a todos los pueblos de los alrededores. A Jerusalén, empero, no le pasará nada.
7 Yavé salvará, en primer lugar, a las otras familias de Judá, para que la familia de David y los habitantes de Jerusalén no se crean más importantes que el resto de Judá. 8 Ese día, también, Yavé protegerá de tal forma a los habitantes de Jerusalén que el más débil de entre ellos será como David, y la familia de David será como Dios, como un representante de Yavé para ellos.
9 Ese día, además, llevaré a cabo la destrucción de todas las naciones que hayan atacado a Jerusalén.

10 Dispondré el ánimo de los descendientes de David y de los habitantes de Jerusalén para que vuelvan a mí con amor y confianza. 11 Llorarán por aquel que traspasaron, como se siente la muerte de un hijo único, y lo echarán de menos como se lamenta el fallecimiento del primer hijo. 12 El pesar que habrá en ese día en Jerusalén, será tan grande como el que se celebra para Hadad Rimón en la llanura de Meguido.

Cada familia en el país, por separado, guardará luto y pesar: así, por ejemplo, la familia de David sola, aparte de sus mujeres. 13 La familia de Natán, por su cuenta, separada de sus mujeres, la familia de Leví, en su casa, y sus mujeres en otra; la familia de Semeí aparte y sus mujeres por otro lado. Y de la misma manera, en todas las demás familias, dejando aparte a las mujeres.

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