sábado, 11 de septiembre de 2010

3

Pon en práctica la sabiduría

3 1 Hijo mío, no te olvides de mi enseñanza, guarda en tu corazón mis mandamientos. 2 Porque ellos te colmarán de largos días, de años de vida y de buena salud. 3 No se aparten de ti la bondad y la fidelidad; ponlas como collar en tu cuello, y escríbelas en el libro de tu corazón. 4 Así te ganarás el aprecio de todos, y te mirarán con buenos ojos tanto Dios como los hombres.

5 Confía en Yavé sin reserva alguna; no te apoyes en tu inteligencia. 6 En todas tus empresas tenle presente, y él dirigirá todos tus pasos.
7 No te tengas por sabio: teme a Yavé y huye del mal; 8 esto será medicina para tu cuerpo y refrigerio para tus huesos. 9 Honra a Yavé dándole de lo que tienes, ofrécele las primicias de todos tus frutos. 10 Entonces tus graneros estarán llenos y rebosará el vino en tus lagares.
11 No rehúses, hijo mío, la corrección de Yavé, 12 ni te enojes cuando él te reprende, porque Yavé reprende a los que ama, como lo hace un padre con su hijo querido.

13 Feliz el hombre que ha hallado la sabiduría, dichoso el que adquiere la inteligencia. 14 Mejor es poseerla que tener plata; el oro no procura tantos beneficios. 15 No existe perla más preciosa y nada de lo que codicias se le puede comparar.
16 Con una mano te da larga vida, y con la otra, riqueza y honores. 17 Te lleva por senderos deliciosos y por caminos de paz. 18 Es un árbol de vida para quien sabe conquistarla: el que la hizo suya será feliz.
19 Obra de sabiduría es la tierra que Yavé afirmó; obra de inteligencia los Cielos que él extendió, 20 obra de su saber el mar que dividió y las nubes que destilan rocío.
21 Hijo mío, actúa en todo con reflexión y prudencia; no las pierdas de vista. 22 Ellas serán vida de tu alma y adorno de tu cara.
23 Entonces caminarás seguro y tu pie no tropezará. 24 No tendrás miedo al acostarte, reposarás y tu sueño te será bueno. 25 No temerás el espanto repentino, ni la agresión de los malvados cuando se presenten. 26 Yavé estará a tu lado y cuidará que tu pie no se prenda en la red.
27 No niegues un favor al que te pide, siendo que puedes hacerlo. 28 No digas a tu prójimo: “Vete y vuelve.” Si hoy tienes lo que pide, no le digas: “Te daré mañana.”
29 No trames el mal contra tu prójimo que vive confiado junto a ti. 30 No discutas sin motivo con el que no te perjudicó.
31 No admires al hombre violento ni sigas sus ejemplos. 32 Sepas que Yavé aborrece a los perversos y viene a convivir con los justos.
33 La maldición de Yavé está sobre la casa del malvado, mientras que bendice la casa de los justos. 34 Se burla de los que se burlan y reserva su favor a los humildes
35 Al final serán ensalzados los sabios y no habrá sino vergüenza para los insensatos.

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