domingo, 13 de junio de 2010

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Abre la boca y te la llenaré.- “Si mi pueblo me oyera, yo sometería luego a sus enemigos.” Somos débiles y nos falta el dinamismo para evangelizar y cambiar el mundo: es que no abandonamos totalmente a nuestros falsos dioses.



2 Aclamemos a Dios, nuestra defensa,
lancemos vivas al Dios de Jacob,
3 cantémosle canciones,
toquemos el tambor,
la melodiosa cítara y el arpa.

4 Resuenen los clarines,
al comienzo del mes,
para luna llena,
y para nuestra fiesta.

5 Porque para Israel es unmandato
y una ordenanza del Dios de Jacob,
para que el pueblo siempre se recuerde
de su salida del país egipcio.

6 Se oyó, entonces, una voz desconocida:

7 “Yo le quité la carga de su espalda
y dejé sus manos desocupadas.
8 Angustiado gritaste y te salvé,
te respondí escondido en la tormenta,
puse a prueba tu fe allá en Meribá.”

9 Escucha, pueblo mío, esta advertencia,
ojalá me escucharas, Israel.
10 No guardes en tu casa a un dios extraño,
ni adores a los dioses extranjeros.
11 Yo soy Yavé, tu Dios,
que te saqué de la tierra de Egipto:
abre la boca y te la llenaré.

12 Pero mi pueblo no me quiso oír
y se negó Israel a obedecerme;
13 los dejé que siguieran sus caprichos,
y que anduvieran como ellos quisieran.

14 Ojalá que mi pueblo me escuchara
y anduviera Israel como yo quiero,
15 porque inmediatamente
sometería yo a sus adversarios
y los que los oprimen
Sentirían el peso de mi mano.

16 Los que odian al Señor
tendrían que rendirle reverencias
y su espanto jamás terminaría.

17 Pero a mi pueblo lo alimentaría
con la mejor harina,
y con la miel silvestre
le quitaría el hambre.”

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