¿Por qué les va bien a los malos?.- Por poco vacila nuestra fe al ver el éxito de los malos en todos los sectores de la vida. Los violentos, los inescrupulosos, los que tienen dinero para corromper, los que saben engañar.
1 ¡Dios se porta muy bien con Israel,
con los que tienen limpio el corazón!
2 Por poco no me doy un tropezón
y casi se resbalan mis zapatos.
3 Cuando sentía envidia de los malos
viendo lo bien que les va a los impíos.
4 Pues para ellos no existe el sufrimiento,
su cuerpo es gordo y lleno de salud.
5 No saben de las penurias
del común de los mortales,
ni les toca padecer
como sufren los demás.
6 Como un collar van luciendo su orgullo,
por ropa llevan puesta la violencia,
7 transpiran por sus poros la maldad,
su corazón desborda
de planes ambiciosos.
8 Se burlan y hablan mal de los demás,
con soberbia profieren amenazas;
9 hablan de que son los dueños del cielo
10 y recorren la tierra con su lengua.
11 Por eso mi pueblo acude a ellos,
porque un mar de abundancia les presentan.
y dicen: “¿Cómo puede Dios saberlo?
¿Tendría una idea de esto el Altísimo?
12 Miren, pues, cómo son los pecadores,
y se van haciendo ríos,
con toda tranquilidad.
13 ¿De qué me sirve, entonces,
tener un corazón limpio de culpa
y mantener mis manos inocentes,
14 cuando todos los días me apalean
y no hay mañana en que no me castiguen?”
15 Si me hubiera atrevido a hablar como ellos,
habría traicionado
la raza de tus hijos.
16 Traté, pues, de poderlo comprender,
pero vi que era cosa muy difícil.
17 Sólo el día que pude penetrar
los secretos de Dios
me di cuenta de cuál era su fin.
18 Pues los expone a que se resbalen
y los va empujando hacia la ruina.
19 Fueron, en un momento, destruidos,
se terminaron, muertos por el miedo.
20 Como se esfuma un sueño al despertarse,
así, Señor desprecias su figura
cuando tú te despiertas.
21 Cuando mi corazón sintió la rabia
y me punzaban hasta las entrañas,
22 yo estaba embrutecido y no entendía,
era como una bestia ante tus ojos.
23 Pero siempre a tu lado yo estaré,
de la mano derecha me tomaste.
24 Con tu consejo tú me irás guiando
hasta llevarme a la gloria contigo.
25 Fuera de ti, ¿qué hay para mí en los cielos?
26 Sólo a ti, y nada más, quiero en la tierra.
Mi ser, mi corazón
se derriten por ti, Roca adorada,
mi Dios y mi tesoro para siempre.
27 Cómo se pierden
los que de ti se alejan,
tú angustias a los que te traicionan.
28 Yo, en cambio, soy feliz junto a mi Dios,
he puesto en el señor mis esperanzas
para contar todas sus maravillas
junto a la puerta de Jerusalén.
Gracias Maria por tu aporte, me gustaría saber cual versión de la biblia utilizaste, osea si pudieras poner la bibliografia te lo agradecería. Bendiciones
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