jueves, 3 de junio de 2010

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Desde el abismo calmo a ti.- Salmo de penitencia, pero más que todo, de confianza en Dios.

1 Desde el abismo clamo a ti, Señor,
escucha mi clamor,
2 que tus oídos pongan atención
a mi voz suplicante.

3 Señor, si no te olvidas de las faltas,
¿quién podrá subsistir?
4 Mas el perdón se encuentra junto a ti:
por eso te veneran.

5 Espero en el Señor,
mi alma espera y confía en su palabra,
6 mi alma aguarda al Señor
mucho más que a la aurora el centinela.

7 Como aguarda a la autora el centinela,
así Israel espere en el Señor,
porque el Señor tiene misericordia
y hay en él abundante redención.
8 El Señor dejará libre a Israel
de todas sus maldades.

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