Mira y escúchame.- Dios no olvida a sus hijos, resucitó a Cristo. Que haga pasar a los suyos, de las pruebas presentes hasta su Gloria.
2 ¿Hasta cuándo, Señor, seguirás olvidándome? ¿Hasta cuándo esconderás de mí tu rostro?
3 ¿Hasta cuándo sentiré recelos en mi alma y tristeza en mi corazón, día tras día?
¿Hasta cuándo me ganarán aquellos que me odian?
4 Señor, Dios mío, mira y respóndeme, alumbra mis ojos, no sea que me duerma en la muerte.
5 Que mi enemigo no pueda pensar que acabó conmigo, que mis adversarios no se alegren al verme vacilar.
6 Yo que me confío en tu misericordia, conoceré la alegría de tu salvación, y cantaré al Señor porque habrá sido bueno conmigo.
2 ¿Hasta cuándo, Señor, seguirás olvidándome? ¿Hasta cuándo esconderás de mí tu rostro?
3 ¿Hasta cuándo sentiré recelos en mi alma y tristeza en mi corazón, día tras día?
¿Hasta cuándo me ganarán aquellos que me odian?
4 Señor, Dios mío, mira y respóndeme, alumbra mis ojos, no sea que me duerma en la muerte.
5 Que mi enemigo no pueda pensar que acabó conmigo, que mis adversarios no se alegren al verme vacilar.
6 Yo que me confío en tu misericordia, conoceré la alegría de tu salvación, y cantaré al Señor porque habrá sido bueno conmigo.
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