viernes, 4 de junio de 2010

125 (124)

Confianza en el Señor.- El peregrino podía admirar las murallas de Jerusalén, casi inaccesible para los enemigos. Es una imagen de la protección de Dios.

1 Los que buscan su apoyo en el Señor
se asemejan al cerro de Sión:
al que nada conmueve
y permanece estable para siempre.

2 Jerusalén, los cerros la rodean,
así también circunda Dios a su pueblo
desde ahora y por siempre.

3 Jamás permitirá que un cetro impío
determine la suerte de los justos,
no sea que las manos de los justos
se alarguen hacia el crimen.

4 Pórtate bien, Señor, con los que actúan
con bondad y honradez de corazón.
5 Mas a aquellos que van por mal camino
los rechace el Señor con los maleantes.

¡Tenga paz Israel!

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