sábado, 5 de junio de 2010

118 (117)

No moriré, ¡viviré!.- “La piedra que los constructores rechazaron llegó a ser la piedra angular.” Jesús se aplicó a sí mismo lo de la piedra rechazada) Mt 21,42; 1 Pedro 2,4) Y cuando entra en el templo, los niños cantan: “Bendito sea el que viene en nombre del Señor.”

1 Den gracias al señor, pues él es bueno,
pues su bondad perdura para siempre.
2 Que lo diga la gente de Israel:
su bondad es eterna.
3 Que lo diga la raza de Aarón:
su bondad es eterna.
4 Los que temen al Señor lo digan:
su bondad es eterna.

5 Al Señor, en mi angustia, recurrí,
me respondió, sacándome de apuros.
6 Si yo tengo al Señor, no tengo miedo:
¿qué podrá hacerme el hombre?

7 Al Señor yo lo cuento
entre los que me ayudan,
por eso yo desprecio a los que me odian.
8 Más vale refugiarse en el señor
que confiarse en el hombre.

9 Más vale refugiarse en el Señor
que confiar en la gente poderosa.
10 Todos los paganos me cercaban:
con el Nombre del Señor los destrocé.

11 Me cercaban e incluso me estrechaban:
con el Nombre del Señor los destrocé.
12 Como enjambres de abejas me rodeaban,
ardían como zarzas que se queman:
con el Nombre del Señor los destrocé.

13 Me empujaron con fuerza
para verme en el suelo,
pero acudió el Señor a socorrerme.
14 El Señor es mi fuerza
y es por él que yo canto
ha sido para mí la salvación.

15 Clamores de alegría y de victoria
resuenan en las carpas de los justos:
16 “La mano del Señor hizo prodigios,
la mano del Señor lo ha enaltecido,
la mano del Señor hizo prodigios.”

17 No, no moriré, mas yo viviré
para contar las obras del Señor.

18 Con razón el Señor me ha castigado,
pero no permitió que me muriera.
19 “Ábranme, pues, las puertas de justicia
para entrar a dar gracias al Señor.”

20 “Esta de aquí es la puerta del Señor,
por ella entran los justos.”
21 Te agradezco que me hayas escuchado,
pues fuiste para mí la salvación.
22 La piedra que dejaron los maestros
se convirtió en la piedra principal:
23 Esta es la obra de Dios,
es una maravilla a nuestros ojos.

24 Este es el día que ha hecho el Señor,
gocémonos y alegrémonos en él.
25 Danos, Señor, danos la salvación
danos, Señor, danos prosperidad.

26 “Bendito sea el que viene
en el Nombre del Señor,
nosotros lo bendecimos
desde la Casa de Dios.
27 El Señor es Dios, él nos ilumina.”

Formen la procesión ramos en la mano
hasta llegar muy cerca del altar.

28 Tú eres mi Dios y yo te doy las gracias,
Dios mío, yo te alabo.

Den gracias al Señor, pues él es bueno,
pues su bondad perdura para siempre.

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